Maestro zen, jesuita y pacifista, H.M. Enomiya-Lasalle (aleman de nacimiento y ciudadano japones) es una de las grandes figuras espirituales de nuestros dias. Vivio como misionero en Japon desde 1929 y tras sobrevivir a la bomba atomica de Hiroshima, H.M. Enomiya-Lasalle se convirtio en defensor del dialogo intercultural entre el budismo y el cristianismo. Como manifesto en 1987 Yamada Koun Oshi, maestro zen de Kamakura (Japon), de quien fue discipulo el padre Lassalle: "e;El hecho de que los catolicos puedan practicar zazen ha llegado a ser posible gracias a que el padre Lassalle, como pionero, rompio el primer hielo"e;. Su mensaje refleja clramente su pensamiento: "e;el verdadero zen no es contradictorio con ninguna religion, tampoco con el cristianismo. Puede ayudar a cualquir persona a avanzar en su camino."e; Este es el cautivador retrato de una maestro zen que conmovio y emociono a muchas de las personas con quienes se cruzo a lo largo de su vida.
Maestro zen, jesuita y pacifista, H.M. Enomiya-Lasalle (alemán de nacimiento y ciudadano japonés) es una de las grandes figuras espirituales de nuestros días. Vivió como misionero en Japón desde 1929 y tras sobrevivir a la bomba atómica de Hiroshima, H.M. Enomiya-Lasalle se convirtió en defensor del diálogo intercultural entre el budismo y el cristianismo. Como manifestó en 1987 Yamada Kôun Oshi, maestro zen de Kamakura (Japón), de quien fue discípulo el padre Lassalle: "El hecho de que los católicos puedan practicar zazen ha llegado a ser posible gracias a que el padre Lassalle, como pionero, rompió el primer hielo". Su mensaje refleja clramente su pensamiento: "el verdadero zen no es contradictorio con ninguna religión, tampoco con el cristianismo. Puede ayudar a cualquir persona a avanzar en su camino." Este es el cautivador retrato de una maestro zen que conmovió y emocionó a muchas de las personas con quienes se cruzó a lo largo de su vida.