En primavera de 1890 Oscar Wilde envió su primera novela al Lippincot's Monthly Magazine. Escandalizado por su contenido, el director de la revista eliminó las huellas de homosexualidad del pintor Basil Halleward hacia Dorian Gray, junto a otras conductas heterosexuales muy avanzadas para la época. Casi quinientas palabras desaparecieron del texto: frases, párrafos enteros? Wilde, temeroso de la reacción de la moralista sociedad victoriana, autocensuró aún más la edición en libro de la obra, que apareció en 1891, añadiendo más páginas para matizar aspectos turbios y cortando por lo sano los elementos homoeróticos. Hasta 2011 no se encontró el texto mecanoscrito de El retrato de Dorian Gray tal y como lo concibió originalmente su autor, sin censuras. Publicado en inglés por la Harvard University Press, se ofrece ahora por primera vez en español, traducido meticulosamente por Victoria León.