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Antonio Buero Vallejo (Guadalajara, 29 de septiembre de 1916-Madrid, 29 de abril de 2000). Estudia en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y durante toda su vida compaginará su dedicación a la literatura con la pintura. Militante del Partido Comunista, en 1939 es acusado de "adhesión a la rebelión" y condenado a prisión donde permanece hasta 1946. Al recuperar la libertad comienza a colaborar en algunas revistas como dibujante y autor de breves piezas teatrales.
Debuta en 1949 con el estreno de Historia de una escalera en el Teatro Español de Madrid con gran éxito de crítica y público. La obra es galardonada con el Premio Lope de Vega. Durante la década de los cincuenta escribe y se representan, con algún problema ocasionado por la censura, las obras más significativas de su producción teatral y prepara versiones de Shakespeare y Brecht.
En 1971 ingresa en la Real Academia Española y más tarde es nombrado socio de honor del Círculo de Bellas Artes y del Ateneo de Madrid. Es miembro además de varias academias y sociedades americanas y europeas.
Mantiene una intensa actividad teatral durante los primeros años de democracia. En 1986 su trayectoria literaria es reconocida con el Premio Miguel de Cervantes y en 1998 es nombrado presidente de honor de la Fundación Fomento del Teatro.
Vicente Soto (Valencia, 22 de febrero de 1919-Madrid, 12 de septiembre de 2011). Aunque se licenció en Derecho, nunca ejerció la abogacía. Su experiencia como combatiente en el bando republicano durante la guerra civil se refleja en sus primeras narraciones. Se instala en Madrid, huyendo de las represalías del régimen franquista en su ciudad natal. En esta ciudad conoce a Buero Vallejo en la tertulia del Café Lisboa.
En 1953 se exilia a Londres, donde se ve obligado a compaginar la creación literaria con diversos trabajos. Su obra se nutre entonces de las experiencias de los emigrantes, sobre todo, de los españoles, en la capital británica. Desde allí mantiene la correspondencia con Buero Vallejo incluida en este volumen de la Colección Obra Fundamental.
Si bien en un principio su producción se enmarca en el realismo social, va introduciendo la presencia de lo maravilloso en sus tramas.
En 1966 su novela La zancada obtuvo el Premio Nadal y el Premio Plaza y Janés en 1986 con Una canción para un loco, pero destacó aún más como autor de narrativa breve. Sus relatos fueron reconocidos con varios galardones: en 1968 el Gabriel Miró por La prueba, el Novelas y Cuentos por Casicuentos de Londres (1973) y el Hucha de Oro por El girasol (1975).
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