Después de leer estos escritos, en forma de relatos y prosas, que hacen al bosquejo de vivencias del autor en sus distintas etapas de vida, se tendrá la sensación de haberse sumergido en un frenético viaje de imágenes, sentires profundos y experiencias múltiples.
Saber volcar, en algunos de ellos, las experiencias vivenciales con candor y de forma sublime y afectiva, al referirse a sus ancestros, enaltece a la familia. Múltiples recuerdos que proyectan a la formación humanística del ser, permiten, como el mismo título lo dice, una lectura alegre y cantada, especialmente en esos relatos con tinte descriptivo, tan llevaderos en su lectura.
Sin limitarse al humano, la referencia sobre actitudes diferentes e interacciones con cualquier ser viviente nos permite compenetrarnos con el resto de la naturaleza en evolución, como parte de sus vivencias. Al describir los sentidos como una verdadera gastronomía oriental, con distintos aromas, sabores y colores, nos permite palpar esa rica exuberancia natural.
En algunas partes nos presenta las distintas actitudes de vida del hombre para con el hombre mismo, sus conductas y ambiciones. Y nos introduce en los comportamientos de la psiquis humana, alteraciones compulsivas y viajes mentales oscuros, de una lectura compleja literalmente, dejándonos expuestos a una libre interpretación de sus textos. El hecho de que el autor sea profesional de la medicina le permite ahondar, muchas veces, en la verdadera mente enferma y brindarnos una descripción desde una óptica particular, por así decirlo, de cómo puede observarse la vida en sus distintos aspectos.
La espiritualidad y la idea de que todo se concentra en un solo ser superior, se expone a menudo, en momentos de búsqueda de justicia o sanación.
Varias referencias a distintos tipos de autores y escritores de otras índoles, hacen que el conjunto del texto sea interesante por las múltiples visiones que se les da a las distintas actitudes del ser humano y a la incidencia psicológica de sus comportamientos.
Claudio Roberto Vanni