Lo que estás a punto de leer son los 14 pasos del Programa de Transformación de la Red Púrpura de Mujeres Extraordinarias, 14 pasos que te invitamos a llevar a la práctica de la mano de las Mujeres Púrpura; mujeres que como tú han despertado y decidieron vivir en un mundo en el que tú también puedes vivir, si así lo decides. Según la onu, una de cada tres mujeres ha padecido violencia de diferente tipo: psicológica, física, económica, patrimonial, sexual o mixta, principalmente en el ámbito familiar, siendo en ese entorno en el que se corre más peligro, por lo que pareciera ser aún más difícil salir de este. No obstante, debes saber que se trata de un espejismo. No te preocupes, te convencerás pronto de ello. Nosotras te ayudaremos.
Existen grupos de ayuda para alcohólicos y sus familiares, para drogadictos, neuróticos, comedores o jugadores compulsivos. Pero hoy en día no existe un grupo al cual las mujeres que la estén pasando mal en sus relaciones o en su entorno, puedan acudir si necesitan ayuda de forma permanente, ya sea que presenten cuadros de depresión, ansiedad, insomnio, lesiones físicas o mentales, el olvido de sí mismas? Un callejón aparentemente «sin salida» que resulta cada vez más complejo, atrapadas en una situación extrema, sin ser capaces de imaginar una vida diferente.
He escrito este libro con entusiasmo, guiada por la fe y la certeza de poder sumar a la solución del histórico problema social que vivimos. Deseo con todas mis fuerzas que las mujeres dejen de sufrir en sus diferentes etapas y contextos, que desde niñas comiencen a vivir de otra manera, seguras y con plenitud; fuertes, libres e independientes, inmersas en realidades distintas de las que nos fueron inculcadas en nombre supuestamente del amor; por encima y en contra, incluso, de nuestros propios deseos y necesidades.
Los 14 pasos nacen después de haber trabajado de cerca con un refugio para mujeres víctimas de violencia, experiencia que me motivó a crear una organización no gubernamental de nombre Ella Transforma, A.C., para prevenir precisamente la violencia desde la niñez y la adolescencia, además de la atención a las mujeres a través de los grupos de transformación. También, tengo el honor de dirigir una dependencia gubernamental para atender a mujeres víctimas de violencia y aprender junto con ellas a vivir el nuevo autoconcepto femenino, al que llamaremos «Mujeres Púrpura».
En ese refugio conocí casos de mujeres que me fueron abriendo el camino hacia la comprensión de una problemática que no solo cambió el rumbo de mi vida, sino que hizo que yo misma renunciara a muchas de mis creencias erróneas sobre la condición de la mujer.