Puede que en el momento en que se diagnostica una celiaquía pensemos que eso supone un gran problema, pero la verdad es que también puede convertirse en un gran regalo, ya que nos haremos más conscientes de nuestra alimentación, buscando más la calidad de lo que comemos. Y este cambio nos dará poco a poco sus frutos, ¡generándonos más salud, vitalidad y energía! Es preciso acostumbrarse a saber leer las etiquetas de muchos productos de consumo habitual, ya que allí se encuentra la información sobre si el producto contiene gluten o trazas de él. Y volver a la cocina casera, más natural y menos «industrial» -como la que propone este libro a partir de infinidad de sabrosas recetas.
Este libro contiene un buen número de recetas divididas en desayunos, ensaladas, arroces, panes, platos principales y postres para que cocinar sin gluten no sea una dificultad ni signifique una renuncia a poder disfrutar de una comida sabrosa y sana.