Uno de los libros del año para The New York Times. La historia de cómo décadas de totalitarismo soviético y persecuciones fracturaron a tres generaciones de una familia.
Con nueve años, Halberstadt le dice a su mejor amigo que va a abandonar la Unión Soviética, a lo que este responde entristecido: «Ya no podrás morir por tu país». Años después, el autor indaga en el pasado para dar respuesta a sus miedos irracionales, bloqueos emocionales y pesadillas recurrentes. De Moscú a Ucrania, de Lituania a Nueva York, lo personal es indiscutiblemente político en una narración a la vez divertida y aterradora. Los recuerdos de su abuelo de la KGB, las migraciones de su familia judía, las peleas de sus padres en el Moscú de los 70 y, finalmente, su propia experiencia: la de un niño que crece a caballo entre el Tío Sam y la Madre Patria, que carga con el miedo de tres generaciones, y que encuentra la forma de vengarlos de la mejor manera posible: viviendo y recordando.
CRÍTICA
«Una mirada bellísima, incisiva y radiante a un largo legado de sufrimiento y de guerra.» -Olivia Laing
«Una extraordinaria memoria familiar? Un elegante testimonio de la subordinación de la vida humana a la voluntad de un Estado excesivamente poderoso.» -Robert Leigh-Pemberton, The Telegraph
«Un absorbente relato que nos habla de la dictadura, la guerra y el genocidio, y de cómo el legado tóxico que dejaron se ha grabado en las sucesivas generaciones de ciudadanos soviéticos.» -The Guardian
«Una soberbia evocación de la Unión Soviética en los años 60 y 70.» -The Jewish Chronicle
«Un libro profundamente personal, una pieza de no ficción atractiva y sutil que está llena de historia y del propio ingenio de Halberstadt.» -John Jeremiah Sullivan, The Paris Review
«Un relato cariñoso y triste que también es escéptico, sorprendente y, a menudo, muy divertido.» -Jennifer Szalai, The New York Times
«Escrita con el estilo convincente característico de Halberstadt, la obra es en parte memoria, en parte incursión periodística, en parte análisis sociopolítico.» -Meredith Maran, Los Angeles Review of Books