La contaminación agrícola es un problema importante en nuestro actual sistema de producción de alimentos. El uso interminable de fertilizantes químicos está acelerando muchos problemas interrelacionados como la contaminación del suelo, del agua y del aire, afectando así al futuro de nuestro planeta y de la humanidad. El efecto deletéreo de los fertilizantes químicos comienza en sí mismo con la fabricación de estas sustancias químicas, cuyos productos y subproductos provocan la contaminación atmosférica. Y cuando las explotaciones agrícolas viertan grandes cantidades de productos agroquímicos, materia orgánica, residuos de medicamentos, sedimentos y drenaje salino en las masas de agua cercanas, provocará la contaminación del agua. También incluye el efecto más devastador de la acumulación de residuos químicos en las masas de agua, es decir, la eutrofización del agua. Y cuando se añaden fertilizantes químicos al suelo, su uso continuado degrada la salud y la calidad del suelo, provocando su contaminación. Por lo tanto, es hora de darse cuenta de que este insumo para la producción de cultivos está agotando nuestro medio ambiente y nuestro ecosistema. Por lo tanto, su uso continuado sin tomar ninguna medida correctiva para reducirlo o utilizarlo de forma juiciosa agotará todos los recursos naturales algún día y amenazará toda la vida de la tierra.