Esta unidad didáctica, más que libro de texto, tiene como objetivo mostrar aspectos formativos en el diagnóstico oportuno de enfermedades de la infancia y adolescencia que eventualmente requerirán una intervención quirúrgica. Para ojos bien entrenados en esta respetable y subyugante especialidad, con toda seguridad el material presentado por nosotros tiene una calidad menor que la que ellos pudieran presentar. Sin embargo, algo que no podrá decir nadie es que no son meritorias, y mucho menos que carecen de los hallazgos útiles para precisar con detalle la enfermedad en cuestión. Creemos que cualquier crítica que genere esta obra será como halago a nuestros oídos, pues partiremos siempre del hecho de que nosotros no somos radiólogos, pero en la capacidad mostrada en el momento de hacer la correlación clínico-radiológica, nuestro índice de aciertos, es decir nuestra capacidad para identificar y operar a los que tienen una enfermedad quirúrgica (pero en especial para identificar los que no la requieren y exigen de manejo conservador), es halagüeño y competitivo, según muestran las estadísticas de nuestro hospital.
Decíamos, pues, que esta unidad tiene como propósito primordial seleccionar las imágenes clásicas, típicas o patognomónicas, que con sólo ser vistas hacen el diagnóstico en un elevado porcentaje. La idea medular al escribirla fue que, cuando esta unidad sea revisada en la sala de urgencias o en cualquier lugar en donde se manejen niños, de inmediato se pueda consultar, comparar y normar la conducta. Se intenta que en primer término el pediatra, o cualquier otro especialista, apliquen lo que a nosotros tanto trabajo nos dio aprender y distingan lo clásico de lo ordinario con sólo comparar imágenes.
Por razones obvias, ya que nosotros no somos radiólogos, esta aportación va especialmente dirigida a los pediatras de nuestro país, pero evidentemente puede ser de utilidad para cualquier persona que se dedique al cuidado de niños y para otros especialistas. Si por alguna razón esta unidad llega a manos de un experto radiólogo o radiólogo a secas, quizá encuentre muchas deficiencias, técnicas incorrectas, omisiones y muchas cosas más. Alegaremos siempre a nuestro favor que somos cirujanos. Pero igualmente daríamos las gracias por la atención. No obstante, si les gusta a pesar de todo ello, será sin duda alguna el mejor de los reconocimientos que pudiéramos recibir.