Es muy común en los libros académicos, y este no es la excepción, que iniciemos nuestros estudios históricos con los llamados "marcos teóricos": porque así los exigen los cánones establecidos en nuestras instituciones universitarias.
Los investigadores somos presionados a presentar nuestros resultados finales de investigación con verdades establecidas y convalidadas por colegas para poder exponer los objetos de estudio, lo que, a menudo, aleja nuestros productos de investigación de públicos lectores que podrían estar interesados en apropiarse de los resultados de nuestro quehacer; es por esto que resultamos produciendo conocimiento únicamente para iniciados y no para aquellós que podrían apropiarse de experiencias empresariales que facilitarían procesos de inversión en el presente y permitirían entender cómo fueron removidos o superados los obstáculos o disminuidos los riesgos, que se le presentaron a los pioneros en las actividades empresariales modernas.