Una chica no quiere pasar el verano en el pueblo, otra entierra a su
perro, una madre primeriza entabla conversación en una tienda de
barrio, una periodista acude a un congreso con su bebé, dos amigas
se encuentran y separan a lo largo de los años. Perturbadores,
melancólicos y humorísticos a la vez, los relatos de Siempre quiero
ser lo que no soy retratan la extrañeza inesperada y emocionante
de la vida cotidiana.
Un libro mayor sobre las cosas menores de la vida. Humor,
melancolía, atención al detalle, agilidad narrativa...
Relatos que se leen como una novela. Una reflexión
agridulce sobre el final de la juventud
(Ignacio Martínez de Pisón).