El 18 de diciembre de 1939 arribaron al Puerto de Buenos Aires 1.055 tripulantes pertenecientes al acorazado de bolsillo "Admiral Graf Spee". Luego de haber hundido su nave frente a Montevideo, el capitán Langsdorff cometió suicidio en las dependencias del Arsenal Naval. Finalmente, 1.046 tripulantes fueron internados en territorio argentino. Sin embargo, casi desde el comienzo oficiales, suboficiales y marineros especializados comenzaron a fugarse, utilizando para ello la ayuda de las redes de espionaje alemanas y de la Embajada de Alemania en Buenos Aires.
El trabajo presenta un detallado estudio de las más de ciento treinta fugas y la posterior actuación de los tripulantes evadidos en la guerra. Cada marino se presenta con su fotografía, rango e historial, de acuerdo a los archivos argentinos y alemanes.
Más de ciento cuarenta imágenes de excelente calidad y gran valor histórico.