Mario Sampaolesi dice Después de Reikjavik como si escribiera: después de Auschwitz. El tiempo que advendría sobre un lugar si la calamidad no hubiera sido. Y ese tiempo llega solo nombrando los escenarios de un amor que, a pesar de su luz, no salva. El poema es la escritura imaginando una redención posible, la conjugación de un después. (Ana Arzoumanian)