Este libro pretende entender las transiciones culturales y negociaciones entre arte y política de -1989 a 2020- a través del análisis de una serie de novelas cubanas. La caída del muro de Berlín tuvo un enorme peso simbólico en el mundo, quizás, tanto como la misma Revolución en su día. Las últimas tres décadas -entre la soviética y la pospandémica- podrían pensarse como un entrelugar en la isla, un afuera del tiempo o un presente incómodo de difícil representación, sobre todo si las leemos desde las grandes ideologías en juego. A nivel simbólico, estaríamos hablando de una crisis crónica de características particulares, una que se ha hecho evidente en la novelística a partir de la relación entre sujeto y vivencia. Timmer analiza el malestar del sujeto como síntoma de lo social escapando a los binomios de la Guerra Fría y aborda el presente cubano a través de las múltiples subjetividades e imaginarios de su producción cultural, de su literatura.