La autora sostiene que "situar el problema de la constitución de la unidad psicosomática a partir del modelo freudiano de la pulsión, 'concepto límite entre lo psíquico y lo somático', se me impuso como evidencia. La concepción de energía a adoptar se volcó decididamente en la de energía pulsional.
La organización-desorganización psicosomática dependería entonces del proceso de transformación de la excitación de origen somático en una energía psíquica pulsional, con sus continuidades y sus fallos. Los traumatismos, que, en cualquier momento de la vida, intervienen en ese proceso de 'pulsionante de la excitación somática' abriendo 'brechas' en el tejido psíquico, dieron lugar a lo que llamamos clínica de la excitación."
Con claridad y elegancia, Diana Tabacof expone la riqueza de su clínica de adultos y niños, presentándonos un amplio abanico de trastornos somáticos (alergias, dolencias autoinmunes, cáncer, etc.). En su escritura, teoría y clínica se entrelazan con la maestría de quien domina la metapsicología de los procesos de somatización, iluminando conceptos como vida operatoria, depresión esencial, desorganización, función materna, entre otros, en una narrativa consistente e integrativa que amplía los horizontes del psicoanálisis.
La autora también se destaca por su competencia, entusiasmo y generosidad como formadora pionera de nuevos grupos en Brasil y en el mundo, integrándolos a la Asociación Internacional de Psicosomática Pierre Marty.