Muchas personas que han sufrido malos tratos durante la infancia y la adolescencia siguen teniendo una capacidad de regulación deficiente en los ámbitos de la autoconciencia, la emotividad, las relaciones e incluso el empleo. En consecuencia, esas personas presentan enfermedades perjudiciales para la salud y afecciones mentales en una proporción amplificada más adelante en la vida. El mayor alcance del problema, que afecta a las personas que han sufrido diversas crianzas domésticas abyectas, hace que la persona afectada se encuentre en un estado suspendido de situaciones adversas durante toda su vida. Luchando por maniobrar sin las habilidades para ejercer la autorregulación, esas personas acaban encontrando comorbilidades elevadas. De este modo, se plantea una demanda panorámica y duradera de implicación de la comunidad profesional para abordar esta panacea. Se aplicó el método analítico hermenéutico al análisis de notables estudios científicos para examinar el problema en detalle, con el fin de crear una conciencia más generalizada en los ámbitos profesional y público. Los resultados de este análisis muestran que, para impedir esta pandemia, es necesaria una intervención directa que utilice un cribado destacado y pruebas tempranas y continuas en todas nuestras comunidades.