El Arco Iris (1915) es una de las obras más ambiciosas y profundas de D. H. Lawrence, en la que el autor explora las tensiones entre el deseo humano, la vida espiritual y las restricciones sociales. A través de tres generaciones de la familia Brangwen, Lawrence traza una historia de búsqueda interior, mostrando cómo cada generación lucha por definir el sentido del amor, la libertad y la identidad en un mundo que cambia rápidamente.
La novela comienza con Tom Brangwen y su matrimonio con Lydia Lensky, una mujer polaca viuda que trae consigo una visión más amplia del mundo. Su unión representa la tensión entre la pasión instintiva y el anhelo de trascendencia. Luego, el foco pasa a su sobrino Will Brangwen y su esposa Anna, cuya relación, marcada por intensas emociones y conflictos, encarna la lucha entre el deseo carnal y la necesidad de conexión espiritual. Finalmente, la narrativa culmina con Ursula Brangwen, hija de Anna y Will, una joven moderna e independiente que desafía las normas sociales y sexuales de su tiempo. Ursula encarna la búsqueda de una nueva forma de amor y de libertad femenina en una sociedad que aún oprime a las mujeres.
El título El Arco Iris simboliza la posibilidad de reconciliación entre el cuerpo y el espíritu, la materia y el ideal, lo terrenal y lo trascendente. Lawrence utiliza un lenguaje sensual y simbólico para explorar la complejidad de las relaciones humanas y la necesidad de equilibrio entre el instinto y la razón. La novela fue considerada escandalosa en su época por su tratamiento abierto de la sexualidad y las emociones, lo que llevó a su censura poco después de su publicación.