Este libro nace de una necesidad profunda de ir más allá de los indicadores económicos para descifrar los valores, aspiraciones y contradicciones que subyacen en la experiencia de moverse -o no- dentro de la estructura social. Fruto de tres años de investigación llevada a cabo por un equipo multidisciplinario, este trabajo no se limita a medir cuántos cambian de clase, sino que interroga para quiénes es posible la movilidad, a qué costos y en nombre de qué ideales. Basado en más de 300 entrevistas y un estudio cuantitativo a nivel nacional, el relato que aquí se presenta no siempre es coherente; de hecho, muchas respuestas resultan incluso contradictorias o ambiguas. Pero esta confusión no es sorprendente. Sucede cuando se formulan preguntas tan profundas como: «¿Puede el mérito convertirse en un privilegio disfrazado?» o «¿Es posible ascender sin negar los propios orígenes?». Justamente en esa tensión reside una crisis de sentido; cuando la movilidad se percibe como una carrera individual, deja de cumplir su función pública.
El trabajo plasmado en este libro nos recuerda que la movilidad no es solo un logro personal, sino un termómetro de justicia y cohesión social. Al explorar los nuevos significados de la prosperidad y las tensiones entre esfuerzo, estructura y reconocimiento, abre un espacio indispensable para repensar qué tipo de sociedad queremos -no solo en Chile, sino también en toda América Latina.
